
A 80 años del primer 17 de octubre, el movimiento justicialista llega a su fecha más simbólica sin un acto unificado. Pese a que todos aunan esfuerzos bajo el sello Fuerza Patria, el cristinismo, el sindicalismo cegetista y el kicillofismo optan por celebraciones por separado. Post 27 se irá al hueso de las diferencias internas.
Por un lado, el cristinismo, en el contexto de la prisión domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner, convoca a una movilización bajo el lema “Leales de Corazón”. Sindicatos, organizaciones sociales y militantes fueron convocados para realizar una caravana nacional que partirá a las 17 h y culminará en San José 1111, donde reside la expresidenta. La marcha busca reivindicar derechos laborales y denunciar lo que consideran “persecución política”.
Por su parte, la CGT boicotea el formato tradicional de marchas y discursos y ensaya una fórmula inédita: un acto artístico-cultural el 16 de octubre, un día antes del 17. Esa celebración incluirá mapping sobre el edificio de Azopardo, teatro, danza e intervenciones callejeras, con seguimiento vía streaming. Se presenta como una “expresión simbólica de unidad” desde el mundo sindical, pero también revela distancias con el kirchnerismo y el gobierno nacional.
En cuanto al espacio de Axel Kicillof, aún no está confirmada su adhesión o acto aparte en esta edición del aniversario. Una de las posibilidades que barajan dentro del kicillofismo es plegarse a los festejos de Azopardo y dar una señal de contundencia junto al movimiento obrero.
Cabe recordar que recientemente el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se reunió hoy con los sindicalistas Héctor Daer y Hugo Moyano, quienes le brindaron su apoyo de cara a las elecciones legislativas de este mes, en las que el hijo y homónimo del líder camionero, “Huguito” Moyano, es candidato.
Al margen de las celebraciones, el hecho de que la central obrera elija celebrar el 16 en un formato cultural ,y no adherir directamente a la movilización kirchnerista del 17, se percibe como un gesto de autonomía. Varios dirigentes sindicales expresaron que la decisión responde al malestar gremial con el actual gobierno, al deseo de marcar agenda propia y al reconocimiento de que ese día habrá múltiples actos.
En 2024, la CGT ya había optado por no movilizarse en el marco del acto de Kicillof en Berisso, como señal de diferenciación. En aquella oportunidad, la central llegó a alinearse mayormente con el gobernador bonaerense, lo que fue leído como un guiño hacia su candidatura presidencial o liderazgo dentro del peronismo.
Los actos diferenciados vienen a confirmar una regla no escrita del peronismo contemporáneo: la unidad retórica es más fácil de proclamar que de materializar. Que sindicatos, agrupaciones kirchneristas y gobernadores del peronismo opten por conmemorar por separado no sólo es un desencuentro logístico, sino una expresión concreta del malestar entre caciques y protagonismos en disputa.
En 2025, esas disputas cobran una dimensión especial: están atravesadas por el contexto electoral nacional, por las definiciones del PJ y de la CGT, y por el peso simbólico de la detención de la presidenta del PJ. En esta oportunidad, el 17 de octubre servirá como escenario de lecturas cruzadas: quién moviliza más, quién marca la agenda y quién está próximo a quedarse con el bastón de mando.
Revista La Tecla. Latecla.info
Foto NA.-
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