Al asesino Ricardo Barrera no le cumpliran su última voluntad, que era la de ser cremado y que se esparcieran sus cenizas en la cancha de su amado Estudiantes de La Plata, de acuerdo a lo que reveló esta semana Pablo Martí, biógrafo de Barreda.
El cuerpo del cuádruple femicida fue inhumado el martes tras la debida autorización judicial.
Desde el club Estudiantes de La Plata rechazaron este jueves la sola posibilidad de que alguien pida que las cenizas de Barreda sean esparcidas en el estadio ubicado en 1 y 57.
Un alto directivo de Estudiantes confirmó a Télam que el club «tiene una historia muy fuerte de respeto y de participación de mujeres en la vida social y deportiva, y eso marca toda una definición y una postura muy clara» frente al pedido del cuádruple femicida.
Ricardo Barreda fue condenado en 1995 a prisión perpetua por el triple homicidio calificado y el homicidio simple de su esposa Gladys McDonald (57); a sus dos hijas, Cecilia (26) y Adriana (24); y a su suegra Elena Arreche (86), a quienes asesinó en su casa de La Plata.
El asesino y ex odontólogo Barreda, fue beneficiado con la prisión domiciliaria en 2008 y para 2016 se consideró «extinguida la pena impuesta» (pese a haberle declarado prisión perpetua).
Tras varios meses internado en el Hospital Eva Perón de esa localidad bonaerense, Barreda fue trasladado al geriátrico «Del Rosario» en José C. Paz donde murió.-
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