Hoy en día vemos la selfie como un fenómeno de las redes sociales que se ha puesto de moda en los últimos años, aunque, en rigor, el concepto de la autofoto es tan antiguo como las cámaras fotográficas.
La primera selfie del que se tiene registro es un autorretrato hecho por el fotógrafo Robert Cornelius en el año de 1839. Posteriormente, se rastrea en el siglo XX un posible inicio de la cultura selfie en el fotomatón, una cabina cerrada por una cortina, que constaba de una cámara fotográfica, y que era usada para hacer fotos de consumo personal.
Con la creación de la red social MySpace, en 2003, comenzó a utilizarse la selfie en el ámbito digital.
La aparición de Facebook, en 2004, terminó de popularizar esta manera de hacerse fotografías. Su uso se volvió tan común que impulsó la creación de un dispositivo que permitiera hacer autofotos de manera más cómoda: la selfie stick, conocido como «palo de selfie» o «bastón para selfie», un soporte que permite colocar el teléfono a cierta distancia para hacerse autoretratos (foto que ilustra esta nota).
Selfie según la psicología:
Para la psicología, la selfie puede constituir un mecanismo de autoafirmación donde se manifiesta cierta compulsión narcisista en el individuo. La exposición excesiva de la vida personal revela, según esta disciplina, una baja autoestima y una permanente necesidad de aprobación y aceptación.
En edades más tempranas, se considera que la selfie forma parte de un mecanismo de construcción de la propia identidad, en la medida en que se muestra a los demás para recibir validación y retroalimentación.
Según estudios que se han elaborado al respecto, la selfie es más característico en la juventud, desde la adolescencia hasta los 23 años.
Fotógrafo profesional: Carlos Zampini.-
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