En Roque Pérez, al igual que en varias localidades, se prohibió la venta de pirotecnia. De todos modos eso no es sinónimo de que nadie pueda comprar en otro lado y traerla. Pero en esta Noche Buena no se sintieron los ruidos que años anteriores molestaban y dañaban a personas sensibles y a los animales. Por personas sensibles no solo nos referimos a gente con autismo, sino a otras personas a quienes esos ruidos les hacen mal y ni hablar, de personas internadas en el hospital y que necesitan tranquilidad y silencio.
De a poco y de la mano también de las prohibiciones, ya que somos hijos del rigor, se va terminando esta tradición de hacer ruido y molestar al otro. De a poco, algunos que antes no pensaban más que en ellos mismos, van sintiendo una pizca de empatía.
Y repetimos, no solo los animales sufren por los ruidos, las personas también, por eso: Gracias por una Noche Buena sin pirotecnia!
Foto de archivo de rpereznet.com.ar