19 de abril de 2024

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Alba Rueda, subsecretaria trans de Políticas de Diversidad de la Nación, habló con INFONEWS de medidas aplicadas para el colectivo LGBTI+

Nota de Rocío Bao publicada en el portal de noticias INFONEWS:
Alba Rueda, subsecretaria trans de Políticas de Diversidad de la Nación, habló con Infonews de medidas aplicadas para el colectivo LGBTI+ en busca de ampliar su expectativa de vida y adelantó detalles del Plan de Igualdad de la Diversidad que anunciarán pronto de forma oficial.

Alba Rueda lleva en su espalda una larga carrera de militancia por los derechos del colectivo LGBTIQ+. Su nombre retumbó en las paredes del Gobierno, cuando en la creación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad la convocaron para ser la primera Subsecretaria de Políticas de Diversidad de la Nación, representando un espacio público de gran relevancia para la población travesti-trans.

Entre otras cosas, Rueda es presidenta de la asociación Mujeres Trans Argentina, investigadora en el Departamento de Género y Comunicaciones del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, estudió Filosofía en la UBA (donde la discriminación fue moneda corriente) y formó parte del Observatorio de la Discriminación del INADI. Rueda va por todo. Con certezas arraigadas desde la experiencia, de la identidad atravesada por las calles y la lucha, del conocer de cerca cómo la violencia institucional y la persecución policial en los 90 era la norma por la que casi nadie se espantaba y que representaba -dirá- uno de los “resabios más fuertes de la última dictadura militar en democracia”.

Más que un homenaje El martes pasado, a poco de cumplirse dos meses de la muerte del referente de la CHA y activista por los derechos LGBTIQ+, César Cigliutti, el Gobierno nacional decidió homenajearlo con una foto suya en la antesala del Salón de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Casa Rosada. Fernández sobre Cigliutti: «Es un referente de la Argentina que queremos» De ese acto, Rueda destaca dos aspectos: el aporte indiscutible de César a la lucha por los derechos de la comunidad homosexual y el discurso de -Alberto Fernández- un hombre cis “que ama la comunidad LGBTI+”. En palabras de ella, “César cierra simbólicamente una etapa del activismo en Argentina. Con él se va una etapa de aquellos activistas que le pusieron el cuerpo al período de transición democrática donde el paradigma de derechos humanos se constituía desde una perspectiva muy ligada al terrorismo de Estado”.
Y en ese repaso de la despedida reciente, recuerda todo lo que significó el trabajo de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), de la que el homenajeado fue presidente desde el 96 hasta su fallecimiento: “Todo lo que significa para nosotras la lucha contra el VIH y la falta de políticas públicas y discriminación hacia la comunidad LGBT, sin dudas para aquellos años con muchísima menos información, las personas LGBT vivíamos -y puntualmente las personas gays y trans- bajo esos enormes criterios morales que se constituyeron en prejuicios”.

Entonces tira el remate, en la rememoración de esa lucha combativa que transformó los conceptos, como respuesta a una sociedad conservadora “con el tema de la vergüenza social, de ser una persona LGBT y concretamente la CHA sale a mencionar que justamente el orgullo es la respuesta política a esa vergüenza, a esa estigmatización y a esas violencias estuvieron en muchos ámbitos de nuestra sociedad”. En ese recuerdo Alba expresa, también, su reconocimiento al trabajo del actual Gobierno y la necesidad de una construcción activa y renovada que derive en mayores y mejores derechos: “En ese sentido, lo que necesitamos es recuperar esa memoria social y colectiva, situarla en contextos de un enorme desafío social y cultural, que es político”. Y agrega: “Es justamente hablar de los derechos de las personas LGBT hoy en Argentina, y el homenaje, el reconocimiento por parte de nuestro Presidente, por parte de nuestro Gobierno, en la antesala de Género y Diversidad es, sin dudas, un paso fundamental para el reconocimiento de nuestras democracias, nuestras luchas, para el enorme aporte social y cultural del lugar de las convicciones que representan nuestras democracias o la perspectiva de género hoy de nuestro Gobierno”.

El Cupo Laboral Travesti Trans y la incorporación de Luz Aimé Díaz como política publica El pasado octubre, la joven Luz Aimé Díaz era absuelta, luego estar dos años presa por un crimen que no cometió. El festejo de la noticia se coronó con el posterior anuncio oficial de que Luz se convertía en la primera mujer trans en ser incorporada oficialmente como trabajadora en el Gobierno, tras el decreto presidencial que determinó que el 1 % de los cargos en el sector público deben estar ocupados por la población travesti-trans. Luz Aimée, primera mujer trans incorporada al Programa de Empleo del Gobierno ¿Pero qué medidas siguen a esta histórica incorporación (que no es la única, pero sí la primera desde que se firmó ese decreto)? ¿Cuáles son los pasos a seguir para garantizar una mayor y real inclusión del colectivo travesti-trans? “Nosotras queremos que nuestro cupo asiente un escenario totalmente distinto, vigoroso de los derechos LGBT (puntualmente a las personas travestis y trans), y tiene que ver con cumplir de manera transparente este cupo, entonces estamos generando todo un mecanismo que guarda justamente la responsabilidad histórica que nos toca respecto al tema del cupo”, asegura Rueda.

Lo que se viene: “Plan de Igualdad de la Diversidad” El tan reclamado y necesario cupo laboral es una reciente realidad, que vino a construir una reparación histórica para el colectivo travesti-trans, es -como explica Rueda- “una respuesta del gobierno a una desigualdad estructural”. “Pero -advierte- falta avanzar con niñxs y adolescencias trans, que es una de las líneas que también vamos a adoptar, especialmente teniendo la perspectiva de la ley de Educación Sexual Integral y en paralelo adultxs mayores que también constituyen un tema”. Y en esa serie de medidas, Rueda cuenta que se encuentran en plena creación del Plan de Igualdad de la Diversidad. Se trata de “un plan de trabajo que crea una línea programática de los 22 ministerios para los 3 años que quedan de gestión y tiene que ver justamente con reconocer los grandes desafíos de las brechas en torno a las perspectiva de género, brechas salariales de desigualdad histórica, vinculadas al ámbito de trabajo, de las mujeres, participación política, pero en la diversidad, incorporando la perspectiva de la diversidad en cada uno de los puntos y sumando además cuestiones específicas que hacen a nuestra población”. “En ese punto -destaca Rueda- es muy necesario tener en cuenta que para nosotras el compromiso de lo que se viene es justamente este plan que vamos a anunciar prontamente”. En este Plan, además, Rueda adelantó que también en el ámbito cultural hay cosas “muy importantes”: “Para nosotras es una agenda política (…) Por nuestra parte todo lo que sigue es específicamente una línea que incorpora la cultura como un valor esencial, el derecho de los pueblos y de las comunidades, y la comunidad trans tiene el derecho a la cultura y nosotras estamos trabajando con ese ministerio en mucho de los procesos”. Esperanza de vida En medio de los avances y propuestas, el Estado busca saldar paso a paso la deuda con el colectivo travesti-trans, cuya expectativa de vida ronda en los 35-40 años. Rueda recuerda un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el que informaron que la esperanza de vida de la población travesti trans era de 35 años. Más adelante, diversas organizaciones en Argentina afirmaron que la expectativa se encuentra entre 35 y 40 años, y “esta brecha ganada en términos de vida”, sostiene Rueda, “responde sin dudas a un marco de derechos como la Ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género”. “Nosotras creemos que esa brecha se va a romper, vamos a volver a cruzar esa línea en la medida en que efectivamente garanticemos el acceso a la salud, el acceso a los ámbitos de trabajo, a la educación y a la formación en el empleo. Esas variables son las que están constituidas, tres de esas variables en el decreto de cupo trans, porque ahí se menciona que tenemos que generar políticas públicas para resguardar y asegurar la terminalidad educativa en las personas trans y la formación en el empleo, y resguardar el cumplimiento de al menos el 1 % de los puestos laborales en la administración pública”, asegura estoica. Además de estas certezas, Rueda comenta que todo lo que a salud refiere lo trabajan desde su espacio de manera directa con el Ministerio de Salud, entendiendo que no sólo los travesticidios y transfemicidios son responsabilidad del Estado, sino también, las muertes tempranas por cuestiones de salud. En ese sentido, sostiene que se trata de problemáticas que “van a llevar tiempos históricos y políticos mucho más amplios, pero estamos convencidas de que nuestro Gobierno va a sentar las bases para romper con esa brecha de expectativa de vida, y estamos seguras porque estamos trabajando en eso. “Estamos seguras de que vamos a transformar, cambiar, hacer crecer la edad. Es nuestro objetivo, meta, y es que las personas trans no tengan una expectativa de vida de 40 años. Todo lo que nos comprometamos en el Plan de Igualdad de Diversidad lo vamos a llevar adelante”, concluyó.

Nota gentileza de Infonews.-